El clero moderno, para salvar la institución, trata de
desembarazarse del mensaje. (Escolios sucesivos, p. 123)
* * *
[Por favor prescinda de lo siguiente si lo anterior es claro
para usted, como de hecho deseo]
Comentario (con
perdón de don Nicolás y de los lectores):
Don Nicolás afirmó que el estamento jerárquico de la Iglesia Católica*,
con el aparente buen propósito de salvar —signifique eso lo que pueda
significar— la estructura a la que pertenece, o que conforma, predica algo
distinto de lo propio de esa institución, considerándolo un obstáculo, un
impedimento para su continuidad histórica. ¿Suavizando, quitando, dulcificando,
halagando el oído de los hombres…? Sí. Todo eso. Como lo haga, en la práctica abandona
el mensaje: apostata (no me falta la tilde: se trata del verbo conjugado en
tercera persona). Ese acto de apostasía es el mismo que cometen todos los que
dicen: “me parece
bien Jesucristo, pero lo que dice del matrimonio no lo acepto”, ni lo que dice
del Infierno, ni lo que dice del sacrificio, ni…; o “creo en Jesucristo, pero
no en la Iglesia”; etc. Modelan a su gusto (ese gusto pervertido por el pecado
original, por la cultura que se los ha modelado, y por su propia estupidez
auto-justificada) el plan de felicidad y de perfección de los hombres con que
Dios nos creó. Y así vamos…
Cómo ha llegado a producirse semejante terrible confusión (destruír
algo para “salvarlo”) es algo de difícil y posible explicación, pero la verdad
expresada, que tan solo da cuenta de la intención de muchos espíritus confundidos
—pues otros hay que no quieren salvar… nada, y hay atolondrados que no
entienden “ni forro” y difícilmente podrían querer algo más allá de sí mismos—,
esa verdad, digo, expresa un grande y terrible acontecimiento de la historia.
Pocos lo entienden, claro: solo aquellos que saben qué es lo católico y qué no
lo es; en otras palabras: solo quienes han comprendido a fondo un mensaje
logran ver si el mensaje se predica o se abandona. Y cuando estos hablan para
decirlo son excomulgados por el estamento oficial, por el clero moderno. Igual
que los judíos “oficiales”, matan al Señor, rechazan la Luz, y eso lo hacen con
“celo”… de sus propias y mezquinas ideas.
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* Con “clero” se puede entender también algo más
restringido: los “sacerdotes de a pie”, y no todo el estamento sacerdotal.
